Los principios básicos de la Moral Política de la Iglesia

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Papel del laico a la luz de la Doctrina social de la Iglesia

IMG_20151213_192815Además de los principios generales y comunes a toda la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) —dignidad de la persona, mandamiento del amor, subsidiariedad y solidaridad—, existen los específicos de la Moral Política.

A un nivel genérico los reco­ge el documento de la Conferencia Episcopal Española,  “Los cristianos en la vida pública” CVP (65-71) que resume lo que se había afirmado en Gaudium et spes GS (11-39).

En lí­neas generales estos principios son:

Cristo es el modelo para el hombre, llamado a ser en plenitud hijo de Dios (GS 22; CVP 64).

 El hombre es imagen de Dios. El carácter central de la persona como principio y fin de la política hace que él sea el valor supremo de la organización de la con­vivencia (GS 12-17; CVP 65, 67-68).

 La sociedad es necesaria, al tiempo que espacio de realización del ser humano y de promoción del bien común (GS 25-26).

 La humanidad es una familia. Por eso el mandamiento básico de los cristianos es el amor (GS 24).

 La caridad política como expresión del amor eficaz a las personas materiali­zado en el bien común (CVP 60) que no se reduce a suplir las deficiencias de la justicia, ni encubre las injusticias de un orden establecido, sino que se trata de un compromiso activo, fruto del amor cristiano a los demás hombres con­siderados como hermanos (CVP 61). Como dice este documento: «Cuando falta este espíritu, la posesión del poder puede convertirse en un medio para bus­car el propio provecho o la propia exaltación a costa del verdadero servicio a la comunidad (…)» (CVP 62).