Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo (Argentina)

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Niños empobrecidos luchan contra el hambre

Nuestra Historia

El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo es el lugar de encuentro de 400 instituciones no gubernamentales de todo el país que trabajan con niños y jóvenes que se encuentran más cerca de la muerte que de la vida.

Nació en 1987 en una humilde capilla de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires, con el impulso que le otorgó el Hogar Pelota de Trapo que conduce Alberto Morlachetti y el Hogar de la Madre Tres Veces Admirable que dirige el Padre Carlos Cajade.

 

En el año 1990 se realiza el Primer Encuentro Latinoamericano de los Chicos del Pueblo, organizado por el Movimiento con la presencia de las representaciones más combativas a favor de los derechos de los niños, donde concurren 18 países latinoamericanos.

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En 1997 lo que era un pequeño grupo de educadores se transforma en 2.000 personas en el Encuentro de Educadores de Mar del Plata dispuestos a fundar una nueva ilusión de la vida. Allí decidimos incorporarnos a la CTA (Central de los Trabajadores Argentinos).

 

Nuestras plataformas y programas

Bicicleteadas, pesebres vivientes, marchas que cruzan las cicatrices de la pobreza convierten al Movimiento en una fuerte referencia simbólica y ayudan a combatir la represión contra los niños y los jóvenes. Entre sus plataformas figuran Hogares, Talleres y Grajas, Redes solidarias, asociaciones civiles, Centros Comunitarios.

 

Destaca la Fundación Pelota de Trapo que engloba diversos programas como Escuela Talleres Gráficos Manchita, Escuela Panadería y Heladería Panipan. Granja Azul, Biblioteca, Escuela de Educadores Populares y la Agencia de Noticias Pelota de Trapo que sirve de portavoz al movimiento y “Como herramienta comunicacional, se propone impactar en la opinión pública y en los mismos comunicadores sociales, promoviendo una revisión sistemática del paradigma cultural dominante.(…)  Toda acción que contribuya a hacer visible y consciente el hecho -lacerante- de que hemos desterrado a millones de niños y aceptamos, cotidianamente, el inaceptable crimen del hambre; toda acción que lleve a los colectivos humanos a indignarse y a impulsar un cambio, es para nosotros palabra de cristal.

 

Marcha “El hambre es un Crimen”

Una de  sus acciones más conocidas internacionalmente es la Campaña permanente cuyo lema es “El Hambre es un Crimen, ni un pibe menos”, cuyo objetivo es denunciar las causas que provocan el hambre entre los niños. En el 2008 en Congreso Nacional Argentino tuvo que admitir que “la Campaña, con su posterior Marcha, es una de tantas maneras de hacer visible este flagelo que atenta especialmente contra nuestros niños y niñas” y que “si bien no basta con una declaración de interés, es un primer paso para que la sociedad tome conciencia de este dolor profundo que aqueja a nuestro país, sobre todo a quienes tenemos mayor responsabilidad a la hora de modificar las causas estructurales de tanta injusticia”.

 

Las marchas se realizan cada año “no para pedir planes sociales ni reclamar medidas para la seguridad. Se pide que dejen de morir niños de hambre”, son muy numerosas y protagonizadas por los propios “pibes” implicando a numerosas asociaciones por las ciudades por las que pasan, ya que duran varios días.

 

En el comunicado de una de sus marchas afirmaban:”El el hambre avanza sobre nuestros pequeños que titilan en algún rincón del desamparo. El país se desangra en niños. Más de la mitad de nuestros niños menores de 18 años, se encuentran viviendo en la pobreza. Decenas de niños se mueren por día -menores de 5 años- por causa de miseria. Cuando hablamos de mortandad infantil no solamente deberíamos incluir a los pequeños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados -para siempre- física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras”.

 

Agrega que el hambre es un crimen que aniquila el prodigio de la vida. Debe ser detenido. Si o si. Porque en el país no faltan riquezas, ni alimentos, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros, faltan en cambio la voluntad política, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes, para decir trabajo, para cantar infancia, para besar familia.(…) un país que mutila a sus niños es un país que se condena a sí mismo”.

 

Estas movilizaciones están teniendo como consecuencia la persecución al Movimiento por parte de los poderosos en los dos últimos años, por ejemplo en el ataque a la Imprenta Manchita de la Fundación Pelota de Trapo y el secuestro e intimidación de varios educadores del Hogar Juan XXIII.