Los Padres de la Iglesia escribieron entre los siglos II al V.; por ello, son considerados por la Iglesia universal como testigos muy autorizados de la fe. Su preocupación por la justicia y los pobres es evidente y, en muchos casos, mucho más actuales y radicales que los pensadores contemporáneos.
Algunas COORDENADAS a tener en cuenta a la hora de leerlos son las siguientes:
La fe no se puede separar de la caridad con los pobres:
“Porque a los humildes pertenece Cristo, y lo confesamos verdaderamente por nuestras obras de amor y justicia” (Clemente Romano).
La limosna es superior a la virginidad y al ayuno, porque, a diferencia de estos, aquella no queda en uno solo y abraza a los miembros de Cristo. El Juicio Final que relata San Mateo revela que no se condenan tanto los actos de maldad como la no solidaridad.
Predilección de la Iglesia por los pobres.
“No se debe hacer distinción de personas; antes, por el contrario, hay que visitar a los pobres antes que a nadie” (Clemente Romano).
“Las viudas, huérfanos y pobres son las personas que deben ser atendidas prioritariamente” (Policarpo, pastor de Hermas).
“Deberían incluso venderse las joyas y tesoros de la Iglesia para atender a los pobres, porque así se vuelve oro útil, oro de Cristo” (San Ambrosio).
Es amor a los ricos advertirles del peligro de las riquezas.
“Antes de adorar la estatua de oro, es preferible caer en la pobreza” (San Juan Crisóstomo) .
“Las riquezas provienen de la expropiación de lo ajeno” (Teodoreto de Cío).
“Las riquezas cierran el corazón y traen otros males” ( San Juan Crisóstomo).
“El dinero es el principio de todos los males” (Policarpo).
“La riqueza exige el sufrimiento del pobre” (Zenon de Verona).
“No es el azar el que hace ricos y pobres, sino la rapiña y la acumulación de riquezas” (San Juan Crisóstomo).
Amar al pobre es liberarlo.
“El amor al pobre es romper el yugo que lo oprime, y para ello hay que ver el drama social como propio” (San Ambrosio).
“No se puede practicar la caridad si no se practica la Justicia” (San Juan Crisóstomo).
Existen diferentes situaciones de Injusticia.
“Opresión” (San Basilio).
“Lujo del rico e injuria al pobre” (San Juan Crisóstomo y San Ambrosio).
“Explotación del trabajador por su salario” (San Juan Crisóstomo).
“Desigualdad y esclavitud” (Lactancio, San Basilio y Gregorio Niceno).
“La propiedad privada es fuente de desigualdades” (Aiáterio Amaseno y San Agustín);
“Ladrón es quien acumula más de lo que necesita” (San Basilio).
Ante la situación social, la respuesta cristiana, según los Padres, debe estar regida por estos PRINCIPIOS:
a) “No somos dueños, sino administradores de los bienes (Crisóstomo, Basilio, Asterio y León Magno).
b) “Todos los bienes de la Creación se destinan a todos los hombres ” (consenso claro entre todos los Padres griegos y latinos).
c) “El hombre tiene una naturaleza social; esta llamado a vivir en comunidad” (San Basilio, Lactancio y San Agustín).
d) “Todos los hombres tenemos una básica igualdad” (Nacianceno, Crisóstomo, San Ambrosio, Niceno y Lactancio)
e) “La propiedad privada, sin solidaridad ni respeto por el destino universal de todos los bienes para todos los hombres, es fuente de egoísmo, divisiones y explotación” (Tertuliano, Lactancio, San Basilio, Niceno, – Crisóstomo, San Ambrosio, Asterio y Zenon de Verona) .
f) “La comunicación de bienes es una exigencia de Justicia para cumplir el destino de los bienes creados. Si no se remedia el hambre se es homicida!! (San Basilio). “Unos ayudan a un pobre, pero empobrecen a cien” (Niceno). “Se devuelve al Padre lo suyo cuando se practica la limosna; es, por tanto, obra de Justicia” (Crisóstomo y San Ambrosio). “La misericordia con el Pobre es Justicia” (San Agustín).
