Los «criterios de juicio» constituyen la parte más relevante de la Doctrina Social de la Iglesia.
Concierne a una amplia gama de problemas sociales:
«el valor de la persona humana, con su libertad y la misma vida del cuerpo, la familia y su unidad y estabilidad, la procreación y educación de los hijos, el valor de la sociedad civil, con sus leyes y profesiones, el valor del trabajo y el descanso, las artes y los inventos técnicos, el valor de la pobreza y la abundancia, y los principios con los que hay que resolver los gravísimos problemas acerca de la posesión de los bienes materiales, de su incremento y recta distribución, de la paz y de las guerras y de la vida hermanada de todos pueblos» (Christus Dominus, 12).
La DSI, por consiguiente, contiene un genuino conjunto de enseñanzas, que algunos manuales -comenzando por el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, editado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz en 2004- exponen de manera sistemática, bajo la forma de una Summa doctrinal orgánica y completa. Una especie de «enciclopedia social».
Muchos estudiosos prefieren hoy hablar de «enseñanzas sociales» (en plural) o de «discurso social» de la Iglesia, para subrayar la naturaleza dinámica y evolutiva del magisterio social, como, por lo demás, se dice en la «Nota 1» de la constitución pastoral Gaudium et spes, donde se resalta que «la materia examinada [sobre la relación entre la Iglesia y el mundo] a la luz de los principios doctrinales no está totalmente constituida por elementos inmutables, sino que también contiene elementos contingentes».