Monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, ha compartido con el pueblo fiel, los ecos, conclusiones y consideraciones de la Asamblea sinodal que se ha celebrado en Roma en el mes de octubre bajo el título, ‘Comunión, participación y misión’.
Una primera parte de este proceso sinodal, que concluirá en octubre de 2024, y que ha contado como novedad con la participación de presbíteros, laicos y consagrados. De hecho, durante su intervención ha quedado claro que el informe de síntesis no repite ni reitera todos los contenidos del Instrumentum Laboris, sino que relanza los que se considera prioritarios.
No se trata en modo alguno de un documento final, sino de una herramienta al servicio del discernimiento que aún deberá continuar. Asimismo, ha insistido en que la Asamblea sinodal, “ha tenido un aspecto de fraternidad eclesial muy valiosa”.
El camino sinodal pone en práctica lo que el Concilio Vaticano II enseñó sobre la Iglesia como misterio y pueblo de Dios llamado a la santidad. En este sentido, constituye un verdadero acto de recepción ulterior del Concilio, prolongando su inspiración y relanzando su fuerza profética para el mundo de hoy. Como así se refleja en el documento de síntesis, don Luis, ha subrayado que deben desarrollarse vías para una participación más activa de diáconos, presbíteros y obispos en el proceso sinodal durante el próximo año.
Porque una Iglesia sinodal no puede prescindir de sus voces, experiencias y su contribución.