En Rerum Novarum, a la que Centesimus Annus denomina «una Encíclica sobre los pobres», afirma: «la misma voluntad de Dios parece más inclinada del lado de los afligidos, pues Jesucristo llama felices a los pobres» (17).
Quadragesimo Anno: El Evangelio nos inculca el respeto privilegiado a los pobres, lo que implica, por parte de los más favorecidos, renuncia a algunos de sus derechos para poner los bienes al servicio de los demás (23).
La Segunda Instrucción sobre Libertad cristiana y liberación deriva la opción por los pobres del mismo Cristo, que «de rico se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos mediante su pobreza» (66), como dice S. Pablo (2 Cor 8,9).
- Cristo, además de hacerse pobre, estuvo con los pobres (67);
- la Iglesia, desde sus orígenes, ha optado por los pobres y, mediante su doctrina social, ha promovido reformas estructurales en la sociedad (68);
- la Iglesia, amando a los pobres, da también testimonio de la dignidad del hombre solidarizándose con quienes son rechazados por la sociedad (68);
- la opción por los pobres no es exclusiva (68).
Laborem Exercens: los pobres se encuentran bajo diversas formas, aparecen en muchos casos como resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano (LE 8).
Sollicitudo Rei Socialis señala la opción o amor preferencial por los pobres, «una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana», referida no sólo a la pobreza material, sino también a la privación de los derechos fundamentales de la persona, y, en concreto, el de la libertad religiosa e iniciativa económica (42).
- En el ámbito internacional se traduce en estas medidas concretas:
- reforma del sistema internacional de comercio;
- reforma del sistema monetario y financiero mundial;
- intercambios de tecnologías, y
- revisión de la estructura de las organizaciones internacionales (43).
Centesimus Annus alude igualmente a la opción preferencial por los pobres, no exclusiva ni discriminatoria de otros grupos (57), opción que vale no sólo para la pobreza material, sino también para la cultural y religiosa.
El mismo principio del destino universal de los bienes, afirma el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, exige que se vele con particular solicitud por los pobres, por los marginados y, en cualquier caso, por las personas cuyas condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado.
- Por ello hay que reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres (182-184):
- este amor de la Iglesia por los pobres se inspira en el Evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención por los pobres;
- no se refiere sólo a la pobreza material, sino también a las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa;
- no se reduce a la práctica de la caridad, sino que es un deber de justicia;
- es incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta