El chavismo sigue la lógica del terrorismo porque el miedo es la savia que les otorga poder

1108

El chavismo y Nicolás Maduro volverán a matar a más venezolanos

por Noé Pernía

La dictadura de Maduro no es menos asesina que el régimen de su predecesor, Hugo Chávez. Entre ambos, la diferencia está en el periodismo crítico que a principios del siglo XXI se esforzaba en sustanciar los casos con las pruebas y los testimonios suficientes antes de publicar o transmitir un reportaje.

Hoy, cada habitante en Venezuela se ha convertido en un periodista ad honorem y por ellos es que el planeta ha presenciado los crímenes de lesa humanidad que las tropas (ejército, guardia nacional, milicias, paramilitares y hampa común) del socialismo del siglo XXI han perpetrado contra la población, en vivo y en directo. En cada lugar donde un asesino chavista mata o tortura a otra persona, suele estar un testigo que graba con su teléfono.

Aunque la censura ha sumergido al país en el oscurantismo de la desinformación, la necesidad ha adiestrado en la emergencia a cada persona en Venezuela porque la tragedia es una amenaza constante. Y detrás de cada tragedia, suele aparecerse la muerte que forma parte del slogan oficial “patria, socialismo o…” Así las cosas, cada aparato de telefonía celular es la póliza contra la impunidad, preparado para el momento en que se aparezca la muerte disfrazada de verde oliva y con la boina roja, que es el atuendo de la tiranía en esa nación del Caribe subyugada por el castrismo cubano, el otro polo de esta miseria sociopolítica.

Los exiliados e inmigrantes sabemos que lo primero que a diario se les garantiza a los ciudadanos en los países que nos acogen es el derecho a la vida, lo experimentamos en un contexto de gobernabilidad con sistemas sanitarios, de transporte, de policía y estructuras de gobierno, además de ordenamientos políticos y jurídicos que se han fundado en la confianza de la que habla Niklas Luhmann y el respeto por los derechos humanos. En Venezuela, al Estado lo ha sustituido una organización criminal y genocida, y como tal, no es capaz de garantizar la vida sino, por el contrario, la muerte tanto de los opositores como de quienes sufren el hambre y la carencia de medicamentos.

Es una de las razones por las que el chavismo seguirá asesinando a los venezolanos, porque solo controla al país a través del terror y el militarismo. Al régimen ya no le importa asesinar ni torturar en vivo y directo porque no existe nadie que lo detenga, ni la oposición organizada, ni los organismos internacionales ni los activistas con sus denuncias. El chavismo ya ni siquiera es la representación del mal sino el mal mismo interpretando su propio papel en un escenario con sangre real, cadáveres de verdad, fusiles y ajusticiamientos en transmisión simultánea.

El chavismo sigue la lógica del terrorismo porque el miedo es la savia que les otorga poder. El yihadismo fabrica su propio espectáculo de horror mientras que al chavismo le basta con dejar que los internautas registren cada pulso de odio y muerte que las políticas de exterminio del régimen venezolano practican con arrogancia y villanía.

Aunque los paralelismos históricos no son nada rigurosos, el chavismo es una fábrica de cadáveres como lo fue el nazismo; la diferencia es que Venezuela toda es un campo de concentración y los hornos ya no son necesarios. El genocidio que se lleva a cabo en Venezuela está diluyendo el concepto de vida y la categoría de ser humano, y para ello, le basta con la indiferencia internacional y con el apoyo del comunismo relativista.

Lo dijo Juan Pablo II en su encíclica Centessimus annus de 1991, “las antiguas formas de totalitarismo y de autoritarismo todavía no han sido superadas completamente y existe aún el riesgo de que recobren vigor: esto exige un renovado esfuerzo de colaboración y de solidaridad entre todos los países”.

* Periodista, consultor, docente e investigador venezolano radicado en España.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-venezuela/article196754134.html