Recopilación de ideas básicas sobre el papel de la Doctrina Social de la Iglesia en la sociedad:
En el trascurso de la historia, la Iglesia nunca ha renunciado a decir la palabra que le corresponde acerca de las cuestiones de la vida social (Papa León XIII).
La doctrina social de la Iglesia tiene el valor de ser un instrumento de evangelización (Centesimus annus 54) porque pone en relación la persona humana y la sociedad con la luz del Evangelio.
Los principios de la doctrina social de la Iglesia, que se apoyan en la ley natural, resultan después confirmados y valorizados, en la fe la Iglesia, por el Evangelio de Jesucristo.
La doctrina social de la Iglesia invita al hombre a descubrirse como ser trascendente en todas las dimensiones de la vida, incluyendo el ámbito social, económico y político.
La Iglesia debe hacer oír su voz sobre las res novae, típicas de la época moderna, con el fin de que se consolide una auténtica civilización, orientada hacia la búsqueda de un desarrollo humano integral y solidario.
En este proceso el papel del laico es fundamental y a él le atañe el ocuparse de las realidades temporales ordenándolas según Dios (Lumen Gentium, 31).
Se comprende así la importancia fundamental de la formación de los laicos, para que con santidad de vida y con la fuerza del testimonio, contribuyan al progreso de la humanidad en la búsqueda diligente del bien común.