En pleno siglo XXI sigue habiendo cientos de miles de esclavos en el mundo. En concreto, en Pakistán. Y la mayoría son cristianos. Esta es la dramática denuncia del padre Federico Highton, misionero argentino de la Orden de San Elías, que ya lleva rescatados 93 personas de las garras de los esclavistas, ante la total ignorancia de Occidente, y el silencio llamativo de la mayoría de los medios de comunicación que ocultan este doloroso drama.

Hay miles de campos de trabajo en donde se recluyen a los esclavos cristianos junto con sus familias.

Fuente: (extracto) https://www.religionenlibertad.com/testimonios/250331/hay-miles-cristianos-esclavos-pakistan-dramatica-denuncia-misionero-argentino_111321.html

Prácticamente la mitad de los esclavos liberados por el padre Federico Highton han recobrado su libertad tras pagar a los esclavistas que los mantenían cautivos, un modo de actuar que se asemeja a lo que se hacía unos siglos atrás, en donde los católicos sometidos en tierras musulmanas eran liberados gracias a la labor de misioneros, como los redentoristas o los trinitarios, que pagaban por su libertad gracias a las limosnas de sus comunidades religiosas de origen.

“En Pakistán tenemos cientos de miles de esclavos cristianos que están en garras de personas siniestras. También hay esclavos musulmanes, pero el estatus es diferente al esclavo cristiano, ya que el esclavo musulmán está mucho mejor tratado“.

En los viajes que el padre Federico Highton ha realizado a Pakistán, junto con un grupo de voluntarios, donde también hay españoles, “vimos esclavos cristianos que los torturaron con arena caliente que ponían sobre su piel. Y esclavas cristianas que de modo sistemático son violadas en los campos de esclavos».

Pakistán, ¿un país esclavista?

“A pesar de que Pakistán ha firmado todos los tratados internacionales en defensa de los derechos humanos y contra la tortura, la verdad es que la esclavitud es algo visible en todo el país y, del alguna manera, aceptado. Hay miles de campos de trabajo, la mayoría fábricas de ladrillos, en donde se recluyen a los esclavos cristianos junto con sus familias, algunos de varias generaciones, por la perversa realidad de la usura».

“Conocí a una familia de cuatro generaciones de esclavos, esclavos por deuda, por no poder devolver lo equivalente a 500 dólares. Cuatro generaciones de esclavos, y el patriarca de esa familia llegó a vender su riñón para tratar de pagar esa deuda. Y aun así no pudo pagarla. Ese señor se llama Pola y está en mi corazón. Nos dijo: ‘Sáquenme de acá. Lléveme con usted al infierno, pero sáquenme de acá’. Prefería ir al infierno que quedarse en ese campo de reclusión. Finalmente lo rescatamos y hoy en día el señor Pola es un hombre libre».

La esclavitud en Pakistán… un secreto a voces

“La esclavitud en Pakistán es un secreto a voces. Es un crimen tolerado», señala el padre Highton. No hay estadísticas oficiales pero se calcula que hay entre medio millón y dos millones de esclavos, tanto cristianos como musulmanes.

Hay miles de campos de trabajo esparcidos por todo el país. “Uno aterriza en Pakistán, te movilizas unos kilómetros y comienzas a ver las fábricas de esclavos. Generalmente suelen ser fábricas de ladrillos. Están a plena luz del día. Todo el mundo sabe. Los esclavos no están en túneles subterráneos, están en la superficie, a la vista de todos. Y el esclavismo es práctica común».

Así es la vida en un campo de trabajo para esclavos

Los esclavos viven y trabajan en la misma fábrica, generalmente de ladrillos, recibiendo “ranchos miserables. El esclavo no puede salir de ese campo“, como norma, aunque depende del “grado de de maldad de los explotadores. En algunos hay un poco más de libertad, otros menos».

Y en ese campo vive toda la familia pero como “un sistema de rehenes. Los esclavistas siempre quieren rehenes. Si sale una parte de la familia del campo, por ejemplo, las señoras a comprar tomates al mercado, que está cerca, eso se permite generalmente porque hay una parte de la familia que está dentro. Si no vuelven al campo, el precio lo paga los que se quedaron“.

Así lo pudieron experimentar el padre Highton y su grupo de colaboradores. En un campo de esclavos les abordaron para que llevaran al hospital a varios de ellos. Una mujer embarazada a punto de dar a luz, una mujer paralítica que podía recuperar la movilidad de sus piernas con un determinado tratamiento y otros enfermos. En total eran cinco esclavos que se les permitió salir del complejo esclavista ya que el capataz del sitio mantenía como rehenes al resto de sus familias.

Después de 48 horas les llamó el capataz para que volvieran inmediatamente “o de lo contrario iba a mutilar a los niños. Esa amenaza todavía resuena en mi alma. Cortar a los niños».

Tres tipos de esclavitud

Hay tres tipos de esclavitud en Pakistán. La primera es la esclavitud sexual. “Consiste en que muchos musulmanes secuestran mujeres cristianas. Las fuerzan a hacerse musulmanas, las fuerzan a casarse con el secuestrador, y luego las transforman en esclava sexual. El mismo esposo la pone disponibilidad de familiares o de amigos o de vecinos para que la violen».

En otras ocasiones entra la seducción. “Las van engañando, son mujeres analfabetas, las van seduciendo, entonces la mujer se enamora y se cree que ese es un buen hombre y no. Se casan y cuando termina la luna de miel empieza la pesadilla».

“Nos pasó con una de las mujeres que conocimos en Pakistán que estaba a punto de ser vendida como esclava a Arabia Saudita. Se enteró, escuchó las llamadas por teléfono y se escapó“.

La segunda modalidad de esclavitud es por deuda. “Aparentemente no tiene nada que ver con la primera modalidad, pero sí».

Esta esclavitud por deuda se suele producir por situaciones desesperadas. “Imagínate que tu mamá necesita con urgencia un tratamiento médico y no tienes dinero. Tomas un préstamo y si después no puedes pagar el préstamo, que es de un usurero, en Pakistán la manera de pagarlo es haciéndote esclavo del acreedor pero no solo tú. También toda tu familia“.

“Se convierten en esclavos del acreedor por una deuda pequeña. Son deudas impagables porque tienen un sistema de usura en donde se les agregan los intereses y hay esclavos de generación en generación. Yo lo vi con mis ojos».

La tercera modalidad de esclavitud es la integral. “Esto quiere decir que hay esclavos por deuda que también son simultáneamente esclavos sexuales de los esclavistas“.

“Rescatamos a cinco matrimonios. Las cinco mujeres de esos cinco matrimonios durante 10 años fueron violadas sistemáticamente hasta que les rescatamos. Y con su permiso fueron entrevistadas. Sus testimonios son espeluznantes. Sabíamos que los hombres habían sido torturados, pero no conocíamos la historia de mujeres. No sabíamos que eran esclavas integrales».

“Una de ellas se quedó embarazada de la violación del esclavista, y le obligaron a abortar. Ella quería tener al bebé, pero fue abortado».

Las lágrimas del Papa Francisco

Antes de embarcarse en esa misión de riesgo en Pakistán, el padre Highton fue a ver al Papa. “Le conté la situación de estos esclavos y le di la lista con los nombres de las esclavas sexuales que teníamos. El Papa casi se pone a llorar. Nos dio su bendición y emprendimos el viaje“.

Un barrio cristiano para esclavos liberados

El objetivo del padre Highton y de sus colaboradores es “fundar un barrio cristiano para esclavos liberados, como un pequeño pueblo, pero que esté bajo la supervisión del párroco del lugar, y en la medida de lo posible con presencia de algún convento de religiosas».

De esos 93 liberados hasta la fecha, algunos lograron salir adelante sin ayuda, pero otros muchos -la mayoría son analfabetos- necesitan tener un trabajo y alquilar casas. “A algunos les podemos comprar un Tuc tuc, un pequeño taxi, pero había que trasladarlos a otra zona del país para garantizar su seguridad».

Mundo

Hay que tener en cuenta que cuando un esclavo sale del campo de trabajo, prácticamente todo es nuevo. No conocen otro lugar ni otro trabajo ni tienen la más mínima formación. No tienen ninguna instrucción.

Bautizar a los esclavos

Tampoco en lo religioso. “No conocen la diferencia entre religión católica y protestante. Otros muchos son cristianos por tradición familiar y porque creen en Cristo y rezan, pero no están todavía bautizados, no porque no quieran, sino porque no han tenido esa posibilidad».

“Elegimos un campo de esclavos casi al azar porque hay muchísimos, y ponemos presión al esclavista para que nos deje poner un toldo de cara a tener un encuentro con los cristianos. No nos querían dejar, pero finalmente, por providencia, nos dieron permiso ante la sorpresa del evento».

Y en esto encuentro improvisado se reúnen los cristianos del campo de trabajo y se bautiza a todo aquel que no lo esté.

La Iglesia en Pakistán

“La Iglesia hace un gran trabajo en Pakistán. Pero ante todas estas calamidades no pueden lidiar con todo. Es imposible». Algunos sacerdotes locales colaboran en estas misiones especiales que se hacen en los campos de esclavistas, pero están desbordados por tantos frentes que atender.

“El clero hace lo que puede en un contexto de persecución, una situación en donde en cualquier momento viene un grupo terrorista y te puede poner una bomba en un jardín infantil católico… Hay que recordar que en Pakistán hay más de 40 grupos terroristas islamistas».

Para ponerse en contacto con el padre Federico Highton: federicojuanhighton@gmail.com