AULA DSI: “La economía al servicio del bien común”

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El viernes, 19 de mayo, nos acompañó en el Aula de Doctrina Social de la Iglesia, el profesor Raúl González Fabre S.J. para hablarnos de la política económica al servicio del bien común.

González Fabre es ingeniero civil por la UCAB (Caracas), ingeniero industrial por la UNED (Madrid) y doctor en Filosofía por la Universidad Simón Bolívar (Caracas). Ha trabajado como profesor en Venezuela, Estados Unidos y España, y como oficial del Servicio Jesuita a Refugiados en Venezuela, Zambia e Italia. Actualmente enseña Ética económica en la Universidad Pontificia de Comillas. Es autor de varios libros como: Justicia en el Mercado o Ética y economía.

En su exposición, clara y pedagógica, González Fabre nos habló de la economía como un sistema de relaciones de colaboración. Cómo se desarrolla el proceso económico desde el momento de la extracción hasta el desecho.

Hemos podido dialogar con él de temas que hemos ido viendo desde el principio del Aula de DSI, en el curso pasado. Así, hemos recordado como en la Encíclica Populorum Progressio, Pablo VI exponía que lejos de que el desarrollo se reduzca al simple crecimiento económico, el desarrollo debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre…Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera. De esta manera, estamos llamados a organizar la economía para que sirva a todas las personas, no solamente a unas pocas.

San Juan Pablo II llega a ver en el trabajo uno de los problemas centrales de la Doctrina Social de la Iglesia. Más aún, podemos decir que la Doctrina Social de la Iglesia apunta a dar la primacía del trabajo sobre el capital, construyendo
el tipo de sociedad que haga posible, en forma permanente y estable, dicha prioridad.

Y por último vemos en Francisco en la encíclica Laudato si como la alianza entre economía y tecnología termina dejando afuera lo que no forme parte de sus intereses inmediatos.

El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia. Toda la sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y promover el bien común.

Al finalizar su exposición hemos podido tener con él un amplio diálogo sobre algunas cuestiones que el mismo ponente nos lanzó.

Agradecemos la presencia y colaboración de Raúl en este Aula de DSI y esperamos contar con él en sucesivas ocasiones.