Las catequesis del papa Juan Pablo II a las diversas profesiones con motivo del Jubileo del año 2000.
Dedicado a D. Eugenio Merino y a D. Eduardo García Candelas.
Recopilamos aquí las catequesis que con motivo del Gran Jubileo del año 2000 dedicó Juan Pablo II a los distintos campos de la actividad profesional de los laicos y a las diversas edades de la vida. Como subrayó el Vaticano II en todos ellos se puede y debe vivir la vocación universal a la santidad y el apostolado al servicio del Reino de Dios y su justicia. Ya en los años 30 D. Eugenio Merino soñaba con que todos los cristianos asumieran esta sublime vocación, de modo que no solo los obreros evangelizaran a los obreros (según pedía ya Pío XI), sino que cada cristiano fuera protagonista en la evangelización de su ambiente; incluso los niños, los presos, los golfillos de las calles…
Con esta recopilación queremos facilitar a todos los bautizados un instrumento para profundizar en la mística de las 24 horas de vida honrada en gracia de Dios, de modo que nada en la vida quede fuera del Reinado de Cristo, que según el plan de Dios debe llegar a ser cabeza de todo. No se trata de quedarse en la propia santificación como había propugnado san Francisco de Sales o san Josemaría Escribá, sino de hacerse cargo de la transformación del mundo, viviendo la grandeza del trabajo que es parte de la imagen de Dios en el hombre, ya que lo asocia a la obra del Creador y del Redentor. Se trata de afrontar la misión de transformar el mundo con sus ambientes e instituciones, entrando en la lucha del bien contra el reino de Satanás, para poner estos ambientes e instituciones al servicio de la dignidad de toda persona y de la solidaridad entre todos los hijos del Padre. Un camino en el que los pobres, enfermos… no solo son los primeros destinatarios sino sus principales protagonistas.
Los temas están ordenados por orden alfabético para facilitar la búsqueda en el índice. Los preceden, como un marco general, las catequesis del año jubilar sobre el apostolado seglar y la vocación a extender el Reino de Dios.
Estos documentos son una introducción al magisterio del Concilio y de los papas sobre estos temas y campos de la acción humana. En ellos hay referencias a las grandes encíclicas, exhortaciones sinodales o cartas apostólicas en los que se ilumina con mayor profundidad desde la fe los retos que hoy plantean el hambre, la defensa de la vida, etc.
El drama de nuestro tiempo es la separación entre la fe y la cultura (Pablo VI), por eso en el Jubileo por los 2000 años de la Encarnación del Verbo Juan Pablo II nos llama a encarnar en nuestra vida diaria la vocación que Cristo representa para cada hombre en su actividad concreta, y a trabajar unidos por el Reino que Él trajo a la tierra. Nos llama a salir de las sacristías y de la vida interna de nuestros grupos y comunidades; a potenciar la vocación laical más allá de todo clericalismo y de la corrupción que sufre una Iglesia que se encierra en sí misma haciéndose autoreferencial, como denuncia el papa Francisco.
Estas páginas nos abren camino con propuestas muy concretas y valientes para la lucha de la Iglesia contra la Bestia que somete al mundo a una cultura de muerte. Para responder a las estructuras de pecado con la construcción de estructuras de gracia.
José Ramón Peláez Sanz
Valoria la Buena (Valladolid) 23 julio 2013
