Condena a la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los pueblos indígenas venezolanos

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Comunicado del Consejo Misionero Nacional y la REPAM ante los acontecimientos de violación de los DDHH de los Indígenas Venezolanos.

Ante los acontecimientos de violación de los DDHH sucedidos el pasado sábado 8 de diciembre que provocaron la muerte de Charlie Peñaloza Rivas de la comunidad indígena de Canaima y dejaron heridos a otros dos hermanos pemones, el Consejo Misionero Nacional y la Red Eclesial Panamazónica se pronuncia:

  1. El indígena es de naturaleza pacífica y da siempre muestras de paciencia, pero se ha venido cargando de indignación y rabia, ante las continuas formas de irrespeto a sus más elementales derechos, y por el maltrato, vejación y humillación que sufre por los órganos de seguridad del Estado Venezolano, quienes deberían velar por su integridad personal y el respeto a sus espacios territoriales y a su cultura.
  2. Los grupos indígenas se preguntan ¿Hasta cuándo? El irrespeto no es nuevo, sino que se viene dando constante y sistemáticamente, a pesar de las leyes existentes. ¡Basta de irrespeto a los indígenas! Los indígenas son tan venezolanos como cualquier otro venezolano.
  3. La minería ilegal, con todas sus prácticas asociadas, de contrabando de gasolina, prostitución, contaminación, violencia armada y organizada, y mafias económicas, genera un ambiente de profunda degradación humana. Todo esto es aún más grave cuando las propias autoridades que deben poner un límite y control a las actividades ilícitas, pareciera que las aúpan y algunos de sus miembros hasta participan en ellas de modo abierto e irrespetuoso.
  4. La situación social generada en los territorios al sur del Orinoco, es inhumana y hostil a la vida decente; atenta contra las comunidades indígenas y las poblaciones criollas asentadas en las riberas de los ríos.
  5. Los indígenas, llevados por la pobreza y el abandono, se ven obligados a participar en acciones que destruyen y socavan su dignidad. La voracidad del estado minero debe detenerse para respetar y promover en aquellos territorios formas de desarrollo menos agresivas contra el medio ambiente y contra la dignidad de los pueblos que los habitan.
  6. Los indígenas de nuestras comunidades cristianas y los misioneros que les sirven, nos sentimos convocados a anunciar la Buena Nueva para todos los pueblos “Que todos tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10,10). Es por ello que exigimos justicia y respeto a todos los hermanos indígenas, especialmente para con aquellos que sufren el peso de la exclusión y el irrespeto continuo, así como con los que viven el dolor por la pérdida de sus familiares.
  7. Condenamos la violencia de Estado que maltrata la dignidad de los pueblos indígenas y les arranca vidas por el afán de dominio territorial y de aprovechamiento ilícito de las riquezas de esas tierras ancestrales.
  8. Solicitamos a las autoridades competentes que se haga luz sobre las acciones de violencia sucedidas en Canaima y en otras zonas indígenas del país, y se juzgue a los responsables.
  9. Nos encomendamos a la protección de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela para que nos ayude a todos a gestar una nación en paz donde todos tengamos lugar.

Caracas, 14 de Diciembre de 2018

+Excmo. Mons. Jonny Eduardo Reyes S.

Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.

Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Indígenas y Afrodescendientes. Presidente del COMINA

 

+Excmo. Mons. José Ángel Divasson

Obispo Emérito del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho

Presidente de la REPAM